Aquellas elecciones presidenciales de 1,980

Lo único que pensaba a los catorce años era en las chicas , en el futbol ( o sea en la “U”) y en la patota del barrio. Si en la primaria fui un alumno regular, en la secundaria pasé a ser, disciplinadamente, un estudiante mediocre. Así que a inicios de la década, era en otras palabras un alumno irresponsable que lo único en que pensaba era estar en las esquinas con los amigos. De la situación política, nada , pero recuerdo que en 1,980 se celebraron las elecciones presidenciales. Como olvidar entonces el spot de campaña del Apra, cuyo candidato era el ya veterano líder Villanueva del Campo. Entonaban una cancioncita un centenar de personas en el viejo Parque de las Reservas ( aún sin su pomposo circuito de agua) cuyo estribillo era “ el Apra es el caminooooo…Víctor Raúl quedó en mi corazón, y aquí está Armando para conducir…”. Al final terminó ganando Fernando Belaunde y los apristas tuvieron que esperar 5 años más para alcanzar su viejo sueño de alcanzar el poder. Pero eso es otra historia…..

Propio de mi ignorancia y juventud, era desconcentante observar entonces al nuevo presidente electo dar discursos vestido impecablemente de civil. La imágen de Belaunde en terno exclamando "!adelante!", asoma inevitable. Pero mi asombro tenía sustento. Mi infancia se sopló los discursos( que no entendía) del chino Velazco y después de Morales Bermudez, llevando consigo sus atuendos militarotes . Para un niño ingenuo de los setentas la indumentaria natural de un presidente de la república era lucir uniforme militar. No sabíamos que estos hijos de la guayaba habían tomado el poder en 1,968 a través de un golpe de estado y lo que vivimos desde entonces era una vil dictadura militar.

La reforma agraria, la expropiación de los medios de comunicación, los slogans en quechua ( ¿ lo recuerdan? ), la nacionalización del petróleo, es parte de los setentas y que lo vivimos ignorándolo mientras peloteabamos en el barrio y jugábamos a las escondidas. Y nos jodieron la vida dejando al país camino al despeñadero ( y pensar que Humala enarbola , hoy, aquellas ideas anacrónicas). Dios nos salve!!!!. Después vino Belaunde y Alan y terminaron por mandarnos al fondo como país, principalmente éste último, maldito jijuna irresponsable!!! Así recibí los ochentas y era un jovencito de apenas 14 años que en lo único que pensaba era en divertirme.